Un año

Y aquí estamos un año después, un año de pandemia…

Al principio no quería escribir sobre el tema, no quise que marcara mi existencia, iba a ser poco tiempo; cuando vimos que tanto se estaba extendiendo, no quise escribir porque ¡Ya pa’ que! ¿qué iba a decir ahora que no hubiera sido dicho ya?

Un año

Y en un año al parecer lo he perdido todo…

Demasiado ruido

Hay demasiado ruido, demasiados estímulos que me afectan, las redes sociales -en especial facebook- se están volviendo un espacio que me daña, más de lo que me hacen feliz.

Soy usuaria normal de fb (creo), comparto muy poco sobre mi y en específico me dedico a ver memes y estar en contacto -y disponible- con amigos lejanos y cercanos, me interesa sobre todo esta última parte, la de estar disponible, la de no ser olvidada (ya sé, es una tontería, porque de todas formas a nadie le importamos).

El asunto es que conozco a mucha de la gente que sigo y me cuesta trabajo conciliar la imagen en facebook con lo que yo conozco de esas personas, y está bien, nadie queremos mostrar nuestra parte menos favorecedora, eso nos dejaría vulnerables, es sólo que esta imagen tan “idealizada” tan sin arrugas y sin imperfecciones no es realista y luego están los paleros que finjen que no ven los filtros y colorines por los que pasan (¿pasamos?) su personalidad.

El asunto es que, al final… de tí se acuerda la gente a la que realmente le importas, estés en Fb o no, quizá sea mejor tener 5 contactos en la agenda, que los 576 “amigos” en facebook.

Sin que se note

Mi trabajo es no notarme, que se note mi cliente, que se vea él, no yo.

Si mi trabajo está bien hecho, yo no me voy a ver, nadie va a pensar en quién diseñó tal cosa, si mi trabajo está bien hecho quien se va a lucir es mi cliente, él va a recibir mejores comentarios, más visitantes en su sitio, más interacción con sus clientes, quienes lo van a percibir como una persona más profesional, confiable, ética.

Hay trabajos que son para que te notes, donde -quieras o no- te tienes que notar. El mio no, de mi sólo se acuerdan cuando mi trabajo está mal hecho.

Nada se mancha, nada es puro

Justo a raíz de la temporada de calor, le he estado echando un ojito a todos mis pre-juicios, todo porque me caché pensando: hoy tengo que usar pantalón para salir (con una temperatura de 36°C) porque traigo un moretón acá… o sea ¡Siempre traigo moretones o rasguños o loquesea! soy humana, tengo gatos, tengo vida , tengo diagnósticos que hacen que tener un moretón sea cosa cotidiana.

Y entonces el domingo me enganche en este fragmento del sutra del corazón:
“Nada se mancha, nada es puro”.

Y todo es parte de lo mismo, mis moretones y rasguños son parte de mi, no hay por qué pretender ser “perfecto” (lo que sea que eso signifique) no es real… sigo en mi autococowash…

Todos somos iguales

Y de nada sirve que nos quejemos si vamos a seguir igual, queremos que cambien las cosas y cuando nos dicen que primero debemos cambiar nosotros respondemos: pues que cambie el otro primero. Y así nos vamos a ir estancados en lo mismo.

Veía un comentario de un nutriólogo en la mañana, que se quejaba de que le pedían dietas gratis y que no respetaban su trabajo y sus desvelos… mismos que estoy viviendo ahora, me estoy desvelando, no convivo con mi familia y me encierro muchas horas a estudiar y a hacer tareas, a practicar lo aprendido y a tomar cursos extras mucho más especializados que lo que estoy aprendiendo.

Así mismo lo hice cuando estudié diseño, me desvelé muchas horas, trabajé mucho, me corté los dedos muchas veces, afiné mis sentidos a través de la práctica y el trabajo intenso (sigo alineando “a ojo” y después lo hago con herramientas sólo para ver que no necesito las herramientas de alinear de los softwares computacionales), pasé muchas, muchas horas leyendo sobre estética y teoría del diseño, fuí a muchas exposiciones, talleres y conferencias de los temas que me interesaban y que necesitaba reforzar, tomé una gran cantidad de talleres especializados y miles de horas de educación autodidacta me trajeron hasta aquí.

Pero por algún motivo, creemos que las demás carreras se la pasan de pachanga, que no hacen lo que nosotros, que yo si me desvelé como diseñador / nutriólogo, pero el monito de sistemas no, o el odontólogo, o el arqui, o el…

Entonces, me tienen que hacer una rebajita en sus honorarios, o qué… ¿no te gusta lo que estudiaste? como si eso hiciera menos válido el cobro por los años de educación especializada.

Y si no es eso, también está el ‘¿por qué voy a pagar por un programa?, mejor saco cuentas alternas para quedarme con los 30 días de prueba de manera infinita’ la misma persona que se quejaba de las solicitudes de dietas gratis estaba diciéndo esto mientras hablaba de un software para nutriólogos que le encantó pero que no estaba dispuesto a pagar… ¿entonces? ¿el equipo que trabajó en el desarrollo de este software no se merece el pago? ¿tú por qué si te lo merecerías? ¿Qué tienes de especial tú que no tengan ellos?

Sospiro… en fín

El tiempo

Me vuelve loca el tiempo, tengo demasiado qué hacer y siento que no termino nada, a todos nos pasa, supongo, pero me agobia, me hace sentir atorada, como si estuviera enredada en una malla de la que no puedo salir, ¿angustia? ¿Ansiedad? (pero de a mentis).

Mientras tanto, sigo tratando de atender a todos los amos, tratando de quedar bien con todos. Necesito perder menos el tiempo, organizarme mejor, pero ash! El tiempo…

En otras cosas, hoy por la mañana fui con Don Taquero porque el resto de la semana los rastros cierran y no hay carne, así que fui a hacer recarga de proteína, cuando llegué me di cuenta que otro montón de gente había tenido la misma idea genial… No nos vayamos a desnutrir 😂

No soy

Esta sensación de no ser, de estar en el lugar equivocado, de la expectativa inflada ¿cuando se quita?

Nunca voy a ser tan buena persona como todos a mi alrededor parecen serlo, nunca voy a tener los dientes tan blancos, ni el cabello perfectamente acomodado; ni siquiera el par de calcetas iguales.

Odio esa sensación, odio no ser suficiente, de no tener las palabras acomodadas en el momento preciso, de soltar un “pendejo” en un momento inapropiado (spoiler: para las expectativas no hay momento apropiado).

Odio no ser tan buena como debería ser

Dudas…

Quiero seguir escribiendo mi blog, en serio que quiero, luego empiezo con el rollito de qué tanto decir, que tanto callar… al final, de todas formas nadie viene.

Venía a contar como fue que nos quedamos sin agua desde inicio de año, empezó con una baja de presión y dejó de subir agua a los tinacos, pero seguíamos con agua; el tinaco se fue vaciando, tardó varios días en terminarse; pero seguíamos con agua… al final se fue el agua del todo, ese día me sentí como en MadMax, ya quería yo salirme a robar el agua de los vecinos (que seguramente tenían más días sin agua que yo, porque al final somos poquitos humanos en esta manada y los gatos se bañan con sus babitas santas)

Total… el agua llegó en la noche de esa misma tarde (ni alcancé a maquillarme como en la película) y mis sueños de mad max quedaron frustrados; al día siguiente ya estaba cayendo agua en el tinaco, pero de todas formas me bañé con agua calentada en la estufa y con jícara, toda yo me bañé con 20 litros de agua (menos si tomamos en cuenta que sobró poquita), me sorprendió lo mucho que podemos ahorrar si tomamos el camino más largo de vez en cuando… al día siguiente si me bañé con agua corriente, pero he estado alternando la forma en la que me baño para ahorrar gas y agua; son recursos no renovables, tenemos que cuidarlos y aunque a nivel macro no significa nada, por lo menos puedo decir que se puede vivir así.

Soñé…

Soñé que había invasión zombie… bueno, semi-zombie porque eran humanos vivos y no pensaban, sólo atacaban ¡Cómo en las redes sociales! igualitos; entonces iba yo caminando y le decía a una amiga: ¡Vámonos! y me decía que no, porque había dejado el vino para la fiesta de cumpleaños que estaba organizando -yo pensaba, esta no se da cuenta de que todo se está yendo al carajo-.

Entonces agarraba a su chilpa (de mi amiga) y me iba a buscar al macho alfa, mi amiga -indignadísima- se regresaba a buscar su chupe; seguí caminando -me hubiera venido bien saber manejar en el sueño- y ví a través de los ventanales de una tienda al macho alfa, entré a buscarlo, pero ya no estaba, salí y ví a un primo y a su ex en los asientos de atrás de un coche, me subí en el asiento del copiloto y les pregunté que pa’ donde iban y me dice mi primo: fulano nos va a llevar, total que veo al fulano venir y les digo: ¡Pero es zombie! y ellos me decían: noo, está bien, no te preocupes.

Total, en vista del poco éxito obtenido, me bajé y seguí caminando… mi única preocupación era reunirme con la manada, por lo pronto ya traía al chilpa de mi amiga…

Nada más por el papelito

Estoy estudiando una segunda licenciatura, Nutrición; resulta que me empezó a interesar como interactúan los nutrientes con el organismo y la gran cantidad de posturas dispares alrededor de los temas relacionados con la alimentación y la nutrición.

En el camino me dí cuenta de que pasaba muchas horas leyendo, pero me hacía falta estudiar las base teóricas, puesto que me perdía mucho… (y ahora me doy cuenta de que me perdía más de lo que creía). Entonces decidí entrar a estudiar la licenciatura, había estado jugando con la idea, pero la decisión final fue meramente impulsiva, me dí cuenta a unas horas del cierre de la convocatoria.

Le dedico muchas horas a la semana y casi no tengo tiempo para nada más, aunque si necesito, puedo hacerlo, sin embargo trato de aprender lo más que puedo y parece que voy bien.

Mi enfoque es aprender lo más que pueda y disfrutar el proceso, por eso me parece extraño que haya compañeros que sólo vayan por el título, toman el máximo de materias permitido para terminar rápido, pero ¿y de qué te sirve? ¿Para qué? ¿Sólo por el papel?

Para mi es mejor aprender algo, aprenderlo bien, que hacer las cosas a las carreras, pero cada quién…