El día después…

Ya por fin fueron las votaciones, ya están saliendo los resultados y parece que por fin podemos movernos a otra cosa.

Yo salí a votar, dejé algunas boletas nulas, otras no. Voto desde el 2000, todas mis votaciones han sido por “el menos pior” pero es que ahora la distancia entre el “menos peor” y el “peor peor” no era tanta. Sentí muy feo y quise llorar un poquito ahí en frente de la boleta nula.

Las estrellas del día, sin embargo, fueron las redes sociales, cuando empezó a generarse una diferencia interesante como para poder nombrar un ganador, empezó a haber comentarios horribles de las personas decepcionadas; cosas como: “¿Cómo que -el presidente electo- va a ver por los pobres?”, “Ganaron los ignorantes, retrasados”, etc etc. Insultos, humillaciones, etc. (y luego comentarios de: “nosotros si sabemos perder bola de… “). Tenemos una habilidad increíble para separar “yo y los que piensan como yo” ≠ “los que piensan diferente”.

Vi otro comentario [alerta de sarcasmo] súper bonito que decía: Los votos de NL deberían valer más que los de Oaxaca y deberíamos replicar el sistema de votación de EU (el que hizo que Trump ganara) porque nosotros somos [inserta infulas de superioridad].

Aviso de opinión impopular

Sin embargo, lo que creo es que todos -hayamos votado por él Presidente electo o no, hayamos salido a votar o no, militemos en cualquier partido, etc. -Todos y cada uno de los mexicanos pusimos un peldaño para que el Presidente Electo haya llegado a su puesto (al igual que creo que es responsabilidad de todos que Peña sea el Presidente y así hacía el pasado).

Las condiciones de corrupción, pobreza, inseguridad, desempleo, brechas salariales, movilidad social, acceso a la salud, acceso a la educación, etc. etc. las hemos puesto todos (no, no creo que todo sea trabajo sólo del estado); pero OJO, no es que yo haya puesto al ladrón o al narco, es que de manera histórica hemos generado las condiciones de inequidad para que sucedan estos fenómenos. No es de ahorita, es de muchos ayeres. No pienses en individuo y en automático, piensa de manera histórica, piensa en masa. No digas YO, di NOSOTROS, porque así se forma la cultura colectiva.

¿Le has dado mordida al poli para que te deje ir? No sólo es el acto de darle dinero al poli, es enseñarle a tus hijos y a la gente alrededor de ti que está bien saltarse las reglas y que eres muy “chingón” por hacerlo (spoiler: no está bien saltarse las reglas para beneficio propio).

Otra cosa que he visto mucho y que va enlazada: “Bueno, yo ya no soy corrupto, barro mi banqueta y hago todo bien, ¿Cuándo cambia México?” No son cambios de un día para otro (otra vez, no pienses en absolutos, ni en automático, ni en YO), necesitamos que tu conducta ejemplar, permee hacía todos los ciudadanos, que contagies a todos de tu chipocludéz, que veamos feo al que sí es corrupto, que sea un comportamiento no deseado, para que entonces podamos vivir en un entorno más respetuoso del otro.

No, las cosas no van a cambiar hoy o mañana, tu dinero gratis del gobierno no va a llegar, tus comentarios ácidos hacía el presidente electo no te generan un mejor entorno y una mejor visión del mundo; sólo te empañas a ti mismo.

Es trabajo de todos velar por el buen funcionamiento de nuestro gobierno, por que todo el aparato gubernamental funcione (ni siquiera digo que funcione bien). Exigir por los medios adecuados que los funcionarios hagan su trabajo (quejarte en redes sociales no es un medio adecuado a menos que la queja vaya dirigida a los organismos adecuados).

Seguro, hay chorromil cosas que me dejo fuera, que no estoy considerando porque no soy socióloga, ni politóloga y en realidad soy muy ignorante sobre el tema, pero creo que la cosa es que primero hay que formar una sociedad bonita para que luego podamos poner gente decente en los puestos importantes, que la gente con ética, sentido de la responsabilidad y empatía nos comportemos como un virus, que vaya permeando hacía los puestos políticos y empresarios de alto perfil, para que a los de arriba, les importen los de abajo.

Apatía electoral

Ando en la apatía…

El otro día ví una charla entre dos personas en redes sociales deschongándose por los candidatos presidenciales y me sentí tan ajena al asunto que ni me metí. Lo cierto es que ningún candidato me representa y todos son la misma historia (iba a escribir basura, pero no lo hice, porque pues, mmmh… autocensura). Ninguno va a cambiar al país porque lo único que cambia es el nombre del monito, el resto del aparato gubernamental es el mismo, lamentablemente, sólo se cambian la camiseta y la aspiración es la misma: el poder y el dinero.

Y creo firmemente que el cambio debe venir desde abajo, desde el pueblo que nuestros niños sepan que la corrupción es malísima y que ellos no deben hacerlo, primero que nadie de mordidas a los polis, que respetemos al vecino, y la vida, que pensemos a futuro no sólo a 6 años; es un cambio muy lejano aún, así que ni tiene caso meterme en discusiones bizantinas por un candidato o por otro.

Tonces si llegas y me dices que el chido es fulanito, pues que padre que para tí lo sea, y si me quieres convencer de que sutanito es el bueno, pues… que padre que te guste a tí, no es para mi, no confío en nadie de ese equipo (y no me refiero a los partidos políticos).

Lo mismo pasa con las marcas, veo gente deschongándose porque a unos no les gustó tal o cual película y a otros sí, o porque mac es chido y no windows y pues… ¿pelearme por una marca?

Ultimamente aplico el: ¿La marca (o el candidato pa’l caso) se pelearía por mi?
Si la respuesta es no, no me peleo ¿Por qué pelearía por alguien o algo que no lo haría por mi?. Usualmente la respuesta es no.

—– Actualización del martes 10 de abril de 2018 ——

¿Y luego cómo quieren que uno crea en la democracia y el aparato gubernamental? A uno de los aspirantes a la candidatura le dieron su registro nada más porque ‘no se había dado cuenta de que las firmas eran falsas’, cabe mencionar que otro de los candidatos independientes también tenía firmas falsas en su haber… (ustedes saben quienes son los monitos de los que hablo).

¿Entonces? Si el monito fuera realmente honorable diría: no sabía, pero tomo responsabilidad por mi equipo, me retiro y me postulo en 6 años. ¡Ah, mis sueños guajiros!