El inicio

Tengo mucho sin escribir y además escribir en un blog; me parece… no sé… un poco como abrir la ventana para que cualquiera que pase por aquí se dedique a husmear, ahora tampoco es que tenga demasiado que decir, pero todo el mundo tenemos esa voz que nos lee antes de dormir, que nos dice cosas desde adentro, que nos lee el pensamiento, todos lo tenemos ¿no? ¿verdad que si? yo sólo quiero sacar un poquito esa voz, verla desde afuera, para ver si así puedo descubrir que pasa.

Y es que la verdad tampoco es que suceda tanto, trabajo en casa, así que eso me quita la posibilidad de contar la anécdota fácil del tipo del autobús, de la compañera de la oficina, del trafico insoportable de la ciudad; porque claro, en una de las ciudades más grandes del mundo, el tráfico siempre es insoportable, no importa la hora o el día.

Decía, trabajo en casa y salgo poco, ehm… lo menos posible, la verdad es que no recuerdo cuando fue la última vez que salí, en estos tiempos eso es fácil, el internet hace maravillas, trabajo desde casa, me traen la compra del super a domicilio, los pagos los hago vía internet, los amigos los veo por webcam, o si no en algún foro de los que participo.

Sólo asomarme a ver el horizonte a través de la ventana me da vértigo, por eso siempre tengo las ventanas corridas, seguro la empresa de electricidad se pone feliz cada que recibe pago mio; decía un maestro de la prepa que el vértigo era el miedo a no saber controlar el impulso de lanzarte hacía la libertad; no sé si estoy de acuerdo, yo creo que es más el terror a… no sé, no sé explicarlo.

Mmmmh… dice google que el terror irracional es una fobia, nunca me he considerado una persona con fobias, es sólo que, si no necesito salir ¿para qué lo hago?