La vida está hecha de rutinas, nos gustan, nos hacen sentir cómodos, los hombres somos así, seres de rutinas, por ejemplo una rutina que tengo es, en las noches antes de dormir, empiezo a apagar aparatos eléctricos, luego pongo comida y agua nueva a los gatos, reviso que la tortuga esté bien, acomodo los sillones, guardo lo que esté fuera de lugar, como una cucharadita de miel, cepillo mis dientes, tomo un cuartito de vaso de agua y a dormir. Es mi rutina y me encanta, me pone en mood soñoliento.
Otra rutina que me hace muy feliz es que después de comer, por lo general duermo una pequeña siesta, así que termino de comer, recojo la mesa, limpio cocina, cepillo mis dientes y a la cama, mi gata sabe lo que pasa, porque esa rutina le ha enseñado que, después de todo esto voy a dormir y ella va y se acurruca junto a mi, ese momento me encanta, es de las dos y nos cuidamos, después al despertar la tapo con el edredón y la abrazo a través de él, le hago cariñitos y ella empieza a ronronear, y yo amo ese instante, amo que le guste eso, me gusta pensar que ella disfruta y espera esos momentos.
Mis plantas son seres de rutinas también y cada año, por estas fechas empiezan su periodo de hibernación, entran en descanso y dejan de trabajar tanto, a mi también me empiezan a entrar ganas de descansar y dormir un poco más…
Me gustan mis rutinas