Mi suegra fue a su ciudad natal hace unos meses, iba con sentimientos encontrados, porque dice que está vieja (lleva cuarenta años diciéndolo) y va a ser la última vez que vea su pueblo.
Supe de alguien que está haciendo su tour de despedida, esta persona anda en los ochentaytantos y viajó al centro del país, donde vivió muchos años y está visitando a todos sus cuates de allá y básicamente se está despidiendo.
Lo cierto es que no sabemos cuales son nuestras últimas veces, no tenemos ni idea, hay muchas cosas que no vamos a volver a hacer y no precisamente porque vayamos a morir, sólo que fue nuestra última vez y entonces pienso en mis últimas veces que no sé si sean ultimas veces, pero de momento lo parecen, el último pastel que me comí… en ese momento no sabía que era el último ¿lo habría disfrutado más de haberlo sabido? ¿habría cambiado en algo mi percepción? ¿habría puesto mas atención a las texturas, a los sabores? quizás si.
Y entonces, si no sabemos cuales son las ultimas veces que vamos a vivir en este planeta ¿por qué no ponemos toda nuestra atención a todas las situaciones que vamos enfrentando? Quizá la próxima vez que vea a mis amigos tendrán toda mi atención y los abrazaré como si fuera la última vez que los vea, porque ¿la verdad? no sé si los voy a volver a tener tan cerca.
No es cuestión de ser trágicos y lo reitero, es sólo que hay tantas variables en el mundo que todo puede salir mal, puedo pelearme con mis amigos, se pueden mudar al otro lado del mundo, puedo mudarme al otro lado del mundo, la cantidad de variables es infinita, así que el hecho de reunirnos es una maravilla ¿No crees?